viernes, 6 de abril de 2012

Y la cuarta cosa que no quiero ver después de una noche de borrachera es cómo me quedó la conciencia. Cagada tras cagada, como siempre. Haciendo cosas sin pensar, por escapar, por fingir, por divertirme. Y siento la culpa de los veinte años, ya nada es lo mismo que antes, tengo miedo. Miedo a la soledad.

jueves, 5 de abril de 2012

Mucho sexo, poco amor, mucho alcohol, mucho tabaco, pocas ganas de crecer... Y muchas ganas de volar!

lunes, 19 de marzo de 2012

Blues de las 3:30

Las dudas me duelen en el pecho, algunas en la garganta. La injusticia, el hecho de besar una cara bonita, sin sabor, de ser amado, pero no poder amar. El hecho de sentirse valorado por algunas personas e ignorado por otras. Todo construye un escudo, de a poquito, escudo que a veces no tengo ganas de usar, pero que siempre guardo en las ocasiones mas inoportunas. No quiero enloquecer como algunas personas, pero mi cabeza es tan fuerte, elige por mi, no puedo controlarla. Y eso genera miedo en mi, una persona tan débil, tan vulnerable. Se pone en evidencia mi inmadurez todos los días. No puedo elegir mas que el puto placer, aquí, y ahora. No sé invertir. Solo puedo crear espectativas en mí misma, y no llevar a cabo nada de lo planeado. Solo puedo soñar, porque es mas facil que cumplir objetivos. Todo es inalcanzable para mí en este momento. Todas mis metas son lejanas. Pero hay cosas que quiero, pareciera que no lo suficiente como para esforzarme un poquito, pero por algo quiero empezar.
 Estoy en total desacuerdo con mi insulsa vida, es aburrida, es común, es monótona, es rutinaria, y engordante. Demasiado. Y no hago mas que sonreir de día, a veces. Pero de noche siempre especulo y lamento, todo esto me quita el sueño. Y me hace culpar a otros sentimientos por mi estado, cuando es obvio que soy la única culpable, y la única que puede hacer algo para cambiar. Aunque necesito ayuda, también necesito amor.

domingo, 11 de marzo de 2012

III

A gritos le pedía su cuerpo un poco de contacto físico con algún hombre, o algo. Porque a eso estaba acostumbrada, era un ritual, el hecho de llevar a casa un desconocido que asalte su cama un par de horas, y luego abrirle la puerta, y verlo de espaldas, sin pedirle que vuelva a llamarla.
 Ellos deben haber pensado que era una hija de puta, no hablaba de mi, hablaba de Lorena. Que esa noche en la fiesta solo pudo tener ojos para uno solo, pero no iba a ser Joaquín, que era el hombre ideal, iba a ser ese defectuoso, misterioso y sexy.
 Era una chica enigmática, quién sabe qué escondía detrás de cada seca a su cigarrillo, detrás de cada mitad de sonrisa que tenía. Porque la otra mitad mantenía su linea asimétrica que tanto llamaba la atención. Y veía que todos la miraban, menos él, que ni siquiera sabía como se llamaba.
 Con sus uno con setenta metros de altura y de bustos exuberantes quién iba a pensar que no iba a conseguir lo que ella quería. Entonces fue que con un martini en su mano se acercó a él, a entablar una conversación casual. Y el no era mas simpático que siete de sus hombres anteriores, que a los otros ni los recordaba, él era perfecto, rústico y desastroso, pero perfecto.
 Yo la veía hablarle a ese desconocido con tanta naturalidad, porque eso es lo que ella sentía, seguramente. Que podía tener todo lo que quisiera. Cosa que esa noche no sabía si iba a poder ser, él era tan inalcanzable. Se lo veía desde abajo, con un espíritu libre y sin nada que ocultar, a simple vista todo le chupaba un huevo. No sé qué habrá pensado de ella, tan osada e imponente, que creía que esa noche se lo iba a poder coger.
 Pero el tenía un perfume muy rico, yo estaba dentro de ella, porque no soy mas que su voz interior, que la autora de sus fantasías, no soy mas que una estúpida hablando en tercera persona. Pero no era ella, solo su creadora.
 Una fiesta muy encantadora y nada sofisticada. La gente hacía mucho ruido, el salón tenía clase, ellos no. Una gala llena de lujos, y de lujuria también.
 Logró que le invite un trago, con una electrónica comercial de fondo, que sonaba y pegaba mucho en la gente, a ellos no les importaba la música. Las chicas solo querían divertirse, y no llovía.
 Lo que empezó con una conversación terminó en un rincón de la calle del salón, manos incluida, y desacato. No se puede contener la carne, cuando hay mucha piel. Pero eso no era mas que superficial, un touch and go como cualquier otro. Esa noche el no era mas que un hombre que le había llamado mucho la atención. Finalmente se lo había hecho pingo en frente de su mejor amiga.

viernes, 9 de marzo de 2012

Y solo alguien especial podría hacerla temblar, con tan solo pensar, lo que puede pasar.

viernes, 2 de marzo de 2012

Y si es amor lo que siento entonces, por qué no se manifiesta en mí como tal y aparece como un ardor de la puta madre... Tengo una bronca, quisiera que estuvieras aquí!
Y el que quiso cambiar el mundo, por lo menos cambió MI mundo.

jueves, 1 de marzo de 2012

Nervios

Hay cosas que simplemente me cuestan dejar. Pero nada mas difícil que lograr que mi mente pueda convivir en armonía con los asuntos inconclusos.
 Y tengo dos asuntos inconclusos, el doble de nervios. Descargos, ánimos, los pájaros contraatacan, muy pronto. Un bálsamo en medio de una nube negra, que, todos sabemos, dejará un cielo resplandeciente a su paso, será finalmente celeste con nubes blancas, con augurio de buenas noticias, y resoluciones mágicas a mis no problemas.
 Todo lo soluciona un cielo digno de sonreír. Un viaje efímero pero placentero, una dicha, un amor platónico, una cosa simple, pero hermosa.
 Porque de eso se trata el ser feliz, de caer de vez en cuando para poder disfrutar el placer de poder dormir tranquila, de saber que no hice las cosas del todo mal, que siempre puedo aprender.
 Mucho discurso cursi, como siempre. Pero no me voy a olvidar nunca la sensación de amor. Tan profunda, como todo eso que me pone la piel de gallina. Y  por eso quiero seguir viviendo.
 Una lágrima, brindo por vos y por mí, pero primero por mí.

martes, 21 de febrero de 2012

JL después del último capítulo. Parte 1

No hay como la cama de uno, pero así me perdí de tantos cielos hermosos, cielos de paz, de mañana constructiva, cielos de vida. Pasando de largo en mi cama, tan cómoda, tapada y en pijama. Tanto tiempo de dormir, sin poder aprovechar el tiempo en hacer otras cosas también bonitas, como mirar el cielo, o tocarlo.
 Y cuando estuve allá me acordé de mi post anterior, de las palabras que salieron de su boca una vez, que no pude perdonar, pero que fueron retractadas.
 Nada me lleno de tanto placer como su buena noticia, y su primera embestida en combinación. Nada fue mas placentero que el sentir amor, por una milésima de segundo, sentir que sí había llegado a tocar el cielo. Solo pensar que quizás en una mínima partecita de su ser yo tenía algo que ver con la decisión tomada. Eso era todo lo que me llenaba. Y si, JL simplemente decidió quedarse... como Esther. Y esa noche no me perdí de un cielo, sino que gané dos.
 Y qué decir, solo puedo hacer el esfuerzo y admitir que estoy contenta por eso!

viernes, 17 de febrero de 2012

Y dijo más vale no espere la vida, pongamos en pausa el amor.